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Artist
Cesena, Italy - 1984
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Así que CARNAVAL, un tiempo para olvidarse de todo y divertirse para tener recuerdos todo el año, en cada región de nuestro país, hay tradiciones diferentes: globear a la gente que pasa por la calle hasta que a piel se les ponga morada sobre todo a las chicas y donde más les duela, jugar con agua aunque a los demás no les guste o no estén jugando, bailar en nuestras nunca bien ponderadas "entradas folclóricas" y perder el sentido en tremendas borracheras mal llamadas "challas", tener relaciones sexuales por doquier para divertirse aunque se contagien de algo o queden embarazadas a sus catorce años, y como dejar pasar la mejor de todas, brincar como conejos detrás de una mujer en un carro con poca ropa pero mucho, mucho maquillaje, en fin, la mayoría ridículas, o al menos así parece cuando una ve que la mitad del país está inundado, que hay millones de pobres animales muertos y miles de personas que se quedaron sin casa y sin nada en la vida, mientras reciben la gentil "ayuda humanitaria" de todos nosotros que les mandamos limosnas buscando entre nuestras cosas todo aquello que nos sobra y con lo que no sabemos qué hacer. Pero por favor no dudemos de la "acertada y bien intencionada" respuesta del gobierno nacional, no señores, no estamos en zona de desastre, es todo lo contrario es zona de carnaval, es eso lo que se ve, pese a quien le pese, las muertes del otro lado del país no tienen la mayor importancia a la hora de festejar, ¿ por qué evitaríamos el majestuoso Carnaval de Oruro? si es una fuente enorme de ingresos económicos, si es la mejor forma de hacer que la gente quiera venir a Bolivia.
¿Y si alguien lee esto dirá por qué todo
este sermón en contra del carnaval? es muy fácil, para quien no lo haya visto o
escuchado durante la majestuosa entrada folclórica de Oruro (patrimonio oral e
intangible de la humanidad) ayer 1 de marzo de 2014 lamentablemente se desplomo
una pasarela que atravesaba el recorrido, dejando un terrible saldo de 60
heridos y cuatro fallecidos, como si no fuera suficiente la cantidad de
muertos, desaparecidos, inundaciones, hambruna y miseria que azota a nuestro
hermoso y mal administrado país, sucede esto, parecería ser un Castigo Divino,
en el que una fuerza más allá de lo que imaginamos nos dice: No se olviden de
sus hermanos bolivianos que la están pasando mal mientras ustedes bailan,
saltan, juegan, beben y se pierden en todos los errores humanos, fue una
sacudida, o al menos así lo vimos algunos que pensamos que este año no debió
haber carnaval en Bolivia.
Cierro esta protesta mandándole un gran
saludo a la señora de García (2ª dama del país, esposa del vicepresidente) que
bailo morenada en una de las primeras fraternidades y que felizmente para los
gobernantes no sufrió ningún daño por este terrible accidente por la ineptitud
de las personas que fabricaron y revisaron las pasarelas.
Me despido con el debido sarcasmo:
Sophia En Contra
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